viernes, 23 de junio de 2006

Quisiera escribir sobre un tema mayúsculo, quisiera escribir sobre tu suicidio pero es pronto, muy pronto, para pensar en lo que pudo llevarte a buscar tu silencio (no me atrevo a decir comprar pero es lo que pienso). Me cuesta reconocer ahora que yo también lo he pensado, que todos lo hemos pensado y, mientras tanto, no dejan de acudir a mi cabeza las tabernas San Eloy, aquella plaza donde estaba el bar Las Dueñas, los jueves de jazz, las interminables conversaciones en los pasillos. Qué aburdo es ahora todo esto, qué absurdamente sentimentales, qué inútiles estas palabras. De nada sirven ahora las palabras. Curiosa sensación: demasiado pronto y, sin embargo, demasiado tarde.

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